Por Alejandro Torres Rivera | MINH
El pasado 10 de diciembre la prensa
comercial en Puerto Rico anunció la creación y establecimiento del
denominado “Comando Geográfico del Caribe”. Se indica que
aproximadamente cinco mil efectivos de la Reserva del Ejército de
Estados Unidos en Puerto Rico, agrupados en cinco batallones, pasarían a
formar parte de tal Comando. Se trata del Primer Batallón de
Entrenamiento Básico del Regimiento 389, el Primer Batallón
Multifuncional del Regimiento 333, el Segundo Batallón de Entrenamiento
del Regimiento 348, el Batallón de Asuntos Civiles y el Batallón de
Servicios Médicos. Se indica que, de este componente, mil efectivos,
estaban adscritos a unidades que respondían en líneas de mando a
unidades militares localizadas en Georgia, Carolina del Norte y Texas,
en Estados Unidos continentales.
La justificación pública dada para esta
reestructuración de la Reserva en Puerto Rico es la experiencia del paso
del Huracán María en septiembre de 2017 y el proceso de respuesta y
coordinación de asistencia dentro del marco de dicha emergencia. Indica
la nota de prensa de El Nuevo Día que, “luego de la
movilización a Texas del Ejército Sur”, es decir, de la guarnición del
Comando Sur, “la Reserva del Ejército de Estados Unidos se convirtió en
el comando del Ejército—a nivel Federal—más grande de la región del
Caribe.” Señala también la nota de prensa, que ahora, con el Comando
Geográfico del Caribe, se consolida más.”
¿A qué responde la creación de
“comandos” como parte de la reestructuración de los componentes
militares de Estados Unidos a nivel regional? ¿Estamos ante un escenario
nuevo en la vinculación de Puerto Rico dentro de la planificación de
Estados Unidos con relación a sus comandos regionales?
La creación de comandos por parte de
Estados Unidos y su reestructuración periódica no es un asunto novel.
Para el mes de diciembre de 1946, concluida la Segunda Guerra Mundial y
de cara al inicio de la Guerra Fría, la Junta de Jefes de Estado Mayor
de Estados Unidos establecieron una “directiva organizativa” que
llamaron Plan de Comandos Unificados (“Unified Command Plan-UCP”). Una
vez tal directiva fue aprobada por el Presidente de Estados Unidos, el
Plan se encargó de proveer una guía común a los comandantes de los
diferentes Comandos de Combate entonces existentes; establecer sus
misiones; identificar sus funciones y la estructura de sus fuerzas; y
finalmente, delinear las áreas geográficas sobre las cuales tales
Comandos ejercerían sus responsabilidades militares.
Mediante lo dispuesto en el Título 10,
Sección 161 de las Leyes de Estados Unidos, al Jefe del Estado Mayor
Conjunto de las Fuerzas Armadas se le fijó la obligación, de que en
períodos no mayores de dos años, revisara las misiones asignadas a los
Comandos; estableciera la estructuración de sus fuerzas; y formulara sus
recomendaciones de los cambios que estimara necesarios proponer al
Secretario de la Defensa, de manera que éste lleve ante la atención del
Presidente de Estados Unidos tales propuestas y recomendaciones.
En lo que concierne a Puerto Rico, es
necesario recordar que para el año 1938 el presidente Roosevelt declaró,
en vísperas del inicio de la Segunda Guerra Mundial, que su país
debería estar preparado para “resistir un ataque en el hemisferio
occidental del Polo Norte al Polo Sur”. La directriz presidencias llevó a
Estados Unidos a plantearse el desafía a base de la elaboración de
planes defensivos. Como parte de esta tarea, se desarrollaron cinco
planes de defensa conocidos como “Rainbow”, donde Puerto Rico jugaba un
papel de importancia de cara a la defensa de los accesos por el Océano
Atlántico, a la zona del Canal de Panamá. Esto llevó a que el 5 de julio
de 1939 se declarara el área local de Puerto Rico y las Islas Vírgenes
estadounidenses como un “comando local”.
El Comando del Caribe (CARIBCOM) fue
creado una vez culminada la Segunda Guerra Mundial, el año 1946. El
Comando del Atlántico (LANTCOM) por su parte, fue creado en 1947. En su
origen, y hasta su posterior modificación en 1950, el Comando del Caribe
tenía asignada, como parte de su “Área de Responsabilidad” (AOR), a
América Central, América del Sur y la Cuenca del Caribe. En 1950, el
Área de Responsabilidad de las aguas del Mar Caribe fueron transferidas
al Comando del Atlántico; y posteriormente, en 1956, las islas del Mar
Caribe, pasaron a formar parte del Comando del Atlántico.
Para el año 1963 el Comando del Caribe adoptó el nombre de Comando Sur (SOUTHCOM).
Dos décadas después, en el año 1983, el
Comando del Atlántico (LANTCOM), pasó a llamarse “U.S. Atlantic Command”
(USLANTCOM). Estas siglas fueron luego modificadas en 1993 cuando se le
designa como USACOM. Este cambio de 1993, sin embargo, no fue un mero
cambios de siglas. A diferencia de los anteriores, conllevó también un
cambio en las tareas asignadas. Entonces, además de la responsabilidad
naval por el Océano Atlántico, el Área del Caribe, y otras áreas; a
dicho Comando se le asignó la función de “entrenar, integrar y proveer
fuerzas”, asignándole la responsabilidad por el desarrollo de ejercicios
conjuntos de la mayor parte de las fuerzas armadas de Estados Unidos y
los oficiales asignados a las fuerzas de tareas conjunta. También se le
asignó a dicho Comando proveer de fuerzas conjuntas, entrenadas y en
estado de disponibilidad de combate inmediata para su desplazamiento a
cualquier parte del mundo según lo determinara el “National Command
Authority-NCA”.
En la revisión que se efectuara en 1995
del UCP, se determinó transferir a la jurisdicción del Comando Sur las
responsabilidades que antes habían sido delegadas al Comando del
Atlántico. Se fijó como fecha para la transferencia de funciones el año
1997, lo que supuso en el caso de Puerto Rico, que pasáramos a formar
parte de la jurisdicción del Comando Sur a partir de ese año. Para ello
se estableció un período de transición de dos años, el cual tomó como
base el fin de la presencia militar de Estados Unidos en la Zona del
Canal de Panamá a partir del año 1999.
Como resultado de los cambios
implantados, Puerto Rico recibió, además, la transferencia a nuestro
suelo de los siguientes componentes militares: la Guarnición del Comando
Sur (USARSO), también conocido como el “Ejército Sur”, la cual se ubicó
en el Fuerte Buchanan; la transferencia a la Estación Naval de
Roosevelt Roads de las Fuerzas Navales del Comando Sur (USNAVSO); y
finalmente, la transferencia, también a la Base Naval de Roosevelt
Roads, del Comando de Operaciones Especiales del Comando Sur (SOCSOUTH).
A partir de entonces, en Puerto Rico, tanto las unidades de la Guardia
Nacional como las de la Reserva, pasaron a formar parte, en calidad de
fuerzas auxiliares, del Comando Sur.
En el proceso de la revisión del UCP en
1995, surgieron discrepancias entre los intereses que impulsaba el
Comando Sur, hegemonizado por fuerzas de tierra, frente a aquellos que
promovía la Marina de Guerra de Estados Unidos desde el Comando del
Atlántico y su Segunda Flota localizada en Norfolk, Virginia. El
resultado final en dichas discrepancias fue la transferencia al Comando
Sur de la jurisdicción sobre las aguas del Mar Caribe y sus islas, por
considerar que ello le ofrecía este Comando una mejor oportunidad para
mejorar las relaciones con las marinas de guerra y fuerzas armadas de
América Central y América del Sur; como también, una mejor interacción
del Comando Sur con diferentes agencias federales en lo concerniente al
manejo de asuntos bajo la jurisdicción de estas agencias en países de
América Latina, particularmente en las operaciones anti narcóticos, el
tráfico de armas y la migración.
Desde la revisión del Plan Unificado de
Comandos de 1999, Estados Unidos ha venido incluyendo, como parte de sus
discusiones sobre la estructuración de los comandos, la llamada
“seguridad interna” o defensa del “Homeland”. Luego de los ataques del
11 de septiembre de 2001 en su territorio, lo que era parte del área de
responsabilidad asignada al entonces denominado Comando de Fuerzas
Conjuntas, a partir de abril de 2002, se le asignó tal responsabilidad a
un nuevo Comando: el Comando del Norte (USNORTHCOM).
El Comando del Norte tiene asignada la
responsabilidad por asegurar la seguridad interna de Estados Unidos, la
cual lleva a cabo en coordinación con un nuevo Departamento, creado
luego de 2001, el cual hoy es conocido como el Departamento de Seguridad
Interna de Estados Unidos (“Homeland Security Department”).
La nueva área de responsabilidad
delegada al nuevo Comando del Norte cubre Canadá, Estados Unidos
continentales, México, Bahamas, San Pedro y Miguelón, Bermudas, Puerto
Rico e Islas Vírgenes estadounidenses. Los países de América Central y
Sur América corresponden al área de responsabilidad del Comando Sur
(USSOUTHCOM)
Otros Comandos que tiene Estados Unidos,
además del Comando del Norte y Comando Sur, incluyen, el Comando
Africano (USAFRICOM), el cual cubre los países de África menos Egipto;
el Comando Central de Estados Unidos (USCENTCOM), que cubre Egipto,
Medio Oriente (menos Israel, Chipre Turquía y las repúblicas del
Cáucaso), pero incluye las ex repúblicas de la Unión Soviética de Asia
Central, Afganistán y Paquistán; el Comando Europeo (USEUCOM), que cubre
Europa, Groenlandia, Israel, Chipre, Turquía y las repúblicas del
Cáucaso; el Comando del Pacífico (USPACOM), que incluye el subcontinente
de la India, Lejano Oriente, Sudeste Asia, Oceanía, Hawái y la
Antártida; el Comando de Operaciones Especiales (USSOCOM) que opera a
escala global; el Comando Estratégico de Estados Unidos (USSTRACOM), que
también opera a escala global; y finalmente, el Comando de Transporte
de Estados Unidos (USTRANSCOM), que también opera a nivel global e
incluye, en la rama logística, lo relacionado con el transporte de
personal y equipos militares.
En mayo de 2003 fueron cerrados en
Vieques varios polígonos que operaba la Marina de Guerra de Estados
Unidos para el entrenamiento de los buques de la Segunda Flota y de la
OTAN, saber: (a) el “Polígono Interno” en la porción Este de la
Isla-municipio, que incluía el “Área de Tiro” y el “Área de Maniobras
del Este”, y en la parte Oeste de la Isla-municipio, el “Destacamento
Naval de Municiones; (b) el “Polígono de Guerra Submarina y Anti
Submarina”, localizado entre el área Este de la Isla-municipio de
Vieques y la isla de Santa Cruz, Islas Vírgenes; y (c) el “Polígono de
Guerra Electrónica”, que incluía instalaciones localizadas en La Sierra
de Luquillo (El Yunque), Vieques y las islas de Santa Cruz y Saint
Thomas, Islas Vírgenes.
Permanecieron y aún permanecen abiertos
el denominado “Polígono Externo (Norte y Sur)”, que comprende inmensas
reservaciones de espacios marítimos y aéreos localizados en el Océano
Atlántico y el Mar Caribe, donde aún se llevan a cabo ejercicios navales
y de aviación estratégica. Eventualmente en el año 2004, fue cerrada
también la Estación Naval de Roosevelt Roads, que era donde estaban
localizadas las fuerzas navales del Comando Sur y el Comando de
Operaciones Especiales; como también más adelante, la Estación Naval de
Comunicaciones de Sábana Seca, localizada en el municipio de Toa Baja.
A partir de entonces, Puerto Rico ha
vivido la experiencia de una reducción significativa de lo que eran las
operaciones militares que desde nuestro país se desarrollaban. No faltan
quienes indican que a partir del cierre de estas instalaciones
principales de la Marina de Guerra de Estados Unidos en Puerto Rico, el
valor estratégico del país, desde el punto de vista de su importancia
militar en la región, ha disminuido. La realidad, sin embargo, es que
para el año 2009, a pesar del cierre de las instalaciones y del
movimiento hacia Estados Unidos de la Guarnición del Comando Sur
(Ejército Sur), en Puerto Rico permanecieron operando importantes
componentes de las Fuerzas Armadas estadounidenses. Entre ellos se
incluye alrededor de 10 mil efectivos de la Guardia Nacional, con sus
diferentes componentes de tierra y aire; más de 4,500 efectivos de la
Reserva del Ejército de Estados Unidos; unidades de la Reserva de la
Infantería de Marina; distintas agencias que forman parte del
Departamento de Seguridad Interna (Homeland Security), tales como la
Guardia Costanera y ICE; y ciertamente, importantes instalaciones de
menor tamaño que siguen siendo operadas por la Marina de Guerra de
Estados Unidos y la Fuerza Aérea. A lo anterior debemos sumar otras
agencias de seguridad como son el FBI, el DEA, el Servicio Secreto, la
CIA, etc.
Los más recientes desarrollos en América
Latina, entre ellos el proceso revolucionario en Venezuela en las
pasadas casi dos décadas; el desarrollo de otros procesos donde la
izquierda, como fuerza política y social, hasta hace muy poco era cada
vez más presente, como fueron los cambios en los gobiernos de Argentina,
Chile, Uruguay, Paraguay, Brasil, Ecuador, Bolivia y Nicaragua; las
políticas de integración latinoamericana frente a proyectos
imperialistas como fue el ALCA y los acuerdos económicos bilaterales de
Tratados de Libre Comercio; junto con la entonces iniciativa brasileña
de un Consejo Suramericano de Defensa; el Tratado Constitutivo de la
Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR); y más adelante, la creación de
la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), todos
estos eventos sirvieron de marco a la decisión de Estados Unidos de
restablecer, a partir del 1 de julio de 2008, la Cuarta Flota en nuestra
región.
La Cuarta Flota fue creada originalmente
por Estados Unidos en el año 1943. Su propósito fue defender a dicho
país y la región de las incursiones de buques de la armada alemana,
principalmente de submarinos, durante la Segunda Guerra Mundial. Luego
de la Guerra, en 1950, fue desactivada pasando sus funciones a la
Segunda Flota. Al Estados Unidos decidir la reactivación de la Cuarta
Flota, le asignó tener a su cargo aviación naval, submarinos, buques de
guerra y transporte, portaviones y buques anfibios, así como la
conformación de las agrupaciones navales de combate pertenecientes al
Comando Sur, las cuales estarían operando en la región del Caribe,
Centro y Sur América.
La sede de la Cuarta Flota es Mayport,
Florida. Dentro de su agenda de trabajo, al igual que lo hizo en el
pasado la Segunda Flota, se encuentra el desarrollo de ejercicios
navales y anfibios conjuntos con buques y fuerzas armadas de otros
países latinoamericanos. Estos ejercicios, conocidos desde 1959 como
UNITAS, incluyen, además, algunos ejercicios navales bilaterales como
son “Teamwork South”, desarrollado con la armada chilena; “Silent Force
Excercise” (SIFOREX), desarrollado con la armada peruana en el cual
participan submarinos; “CD Operations”, del cual participa la Guardia
Costanera y otros medios navales utilizados por Estados Unidos desde las
llamadas “Forward Operation Locations” (FOL’s); PANAMAX, ejercicio
desarrollado con otras fuerzas navales de la región para la llamada
protección de los accesos al Canal de Panamá, tanto en el Océano
Atlántico como en el Océano Pacífico; operaciones contra el narco
terrorismo; los ejercicios denominados por Estados Unidos como “ayuda
humanitaria” como son, “Nuevos Horizontes”; y actividades de relaciones
públicas de las cuales participa la armada estadounidense, todo ello
enmarcado dentro de la defensa de la llamada seguridad de Estados Unidos
en la región.
La activación de la Cuarta Flota en
aquel momento representó la respuesta de Estados Unidos al desarrollo de
los procesos políticos y económicos en América Latina.
Aunque a nivel oficial, voceros del
Comando Sur señalaban que la creación de esta nueva Flota no conllevaría
un incremento en las operaciones militares de Estados Unidos en la
región; aquí en Puerto Rico, donde producto del desarrollo de la lucha
de nuestro pueblo, la presencia militar de la Marina de Guerra de
Estados Unidos tuvo una reducción sustancial, se avizoró un uso más
“intenso” de las facilidades militares de Estados Unidos en Puerto Rico
en función de este cambio. Esta intensidad se dio con relación a las
movilizaciones de unidades compuestas por puertorriqueños para
participar en los conflictos que Estados Unidos, desde 2003, ha venido
librando en países como Afganistán, Iraq y Siria y otras localidades
donde lleva a cabo operaciones militares, incluyendo el continente
africano. Puede afirmarse, que de las unidades que componen en Puerto
Rico la Guardia Nacional como la Reserva, prácticamente todas han tenido
experiencias de combate en rotaciones hechas por sus unidades, por lo
que a diferencia de otras jurisdicciones, estos componentes cuentan hoy
con la preparación y manejo de la capacidad militar en escenarios de
guerra.
Un estudio hecho por el Comando Sur titulado US Southern Command Strategy 2018: Friendship and Cooperation in the Americas, identifica
los planes de Estados Unidos para América Latina y el Caribe. Destaca
la importancia para el crecimiento económico de Estados Unidos el
aseguramiento de los combustibles fósiles. Nadie puede ser tan ingenuo
como para no pensar que como parte de la estrategia de Estados Unidos
para esta región, se encuentra su interés por asumir el control eventual
de las inmensas reservas en hidrocarburos en la Cuenca del Orinoco,
localizadas en la República Bolivariana de Venezuela. Como cuestión de
hecho, la Coalition for Affordable and Reliable Energy, ha
señalado que en las próximas dos décadas Estados Unidos necesitará un
31% adicional del petróleo que hoy consume y de un 62% del gas natural
para asegurar su demanda.
Dentro de esta discusión, es un factor a
considerar, que este movimiento de crear un Comando Geográfico del
Caribe con sede en Puerto Rico, se produce luego de las declaraciones
hechas por el Gobierno de Puerto Rico con relación al establecimiento en
nuestro país de una plataforma desde la cual se instaure un gobierno
provisional venezolano, ello como parte de los planes de intervención, a
nuestro juicio ya en proceso, contra la soberanía del pueblo de la
República Bolivariana de Venezuela. Desde Puerto Rico, como ocurrió con
Republica Dominicana, Granada, Panamá y otros países hermanos, se
estaría estableciendo el puente de apoyo logístico a corto plazo para
una intervención militar.
Cualquier operación sobre Venezuela
conllevará la coordinación de funciones entre el Comando Norte, al cual
está adscrito al presente Puerto Rico y el Comando Sur, el cual tiene a
Venezuela dentro de su área de Responsabilidad (AOR). Un Comando
Geográfico del Caribe como se le ha llamado, seguro permitirá, bajo el
mando de la Mayor General a la cual se han asignado las funciones
operacionales, una coordinación más efectiva a nivel del Caribe, de
cualquier tipo de apoyo en tareas logísticas de las cuales participe el
personal del Ejército de Estados Unidos de cara a una agresión contra
Venezuela.
Aquel olor a azufre del que nos hablaba
el presidente Chávez hace unos años en referencia a George W. Bush, aún
se percibe hoy en la época de Donald Trump..., ello para que no se nos
olvide.
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