Por José F. Cornejo | ALAI
El triunfo incontestable del exparacaidista y ultraderechista, Jair Bolsonaro, a la presidencia de Brasil, el pasado domingo 28, desata una ola de profunda conmoción e inquietud en el país y a nivel internacional. Todavía nos cuesta mucho entender como el país de la samba, el “jogo bonito” y el Carnaval, puede haber plebiscitado como presidente a un político dictatorial como Bolsonaro, que representa las antípodas de las imágenes que tenemos de Brasil. Queda pendiente una labor de investigación para conocer mejor este “lado oscuro” que nos muestra hoy la sociedad brasileña y que se camuflaba agazapado detrás de la postal del “maravilloso país tropical”.