Escrito por Alejandro Torres Rivera / Presidente CAAPR - Desde que se llevaron a cabo las
elecciones presidenciales en Francia el pasado domingo, el debate que
observamos en la prensa en Puerto Rico es si ganó o perdió la agrupación
En Marcha, dirigida por el banquero neoliberal y derechista Emmanuel
Macron, o la extrema derechista y neoliberal Marine Le Pen, candidata
del Frente Nacional.
En efecto, de once partidos o agrupaciones que concurrieron a
las elecciones presidenciales, los dos más votados fueron En Marcha y el
Frente Nacional. No obstante, ninguno de ellos logró obtener más del
30% del electorado. Los datos certificados por los organismos
electorales franceses establecen que En Marcha obtuvo el respaldo del
24.1% de los electores mientras que el Frente Nacional, segundo en
votos, obtuvo el 21.30% de los votos.
La agrupación Los
Republicanos, siguió muy cerca en número de votos al Frente Nacional con
un 20.01%; es decir, apenas cuatro por ciento por debajo del partido de
Macron y 1.2% por debajo de Le Pen. El Partido Socialista de Benoit
Hamon obtuvo apenas el 6.36% de los votos, lo que apunta a que las dos
organizaciones que desde finales de la década de 1950 habían copado el
espectro de la política francesa, los conservadores y los socialistas,
han venido a menos siendo los principales perdedores en estas
elecciones, mientras se levanta en el horizonte una nueva coalición de
fuerzas de izquierda, ambientalistas y anti neoliberales, que bajo el
nombre de Francia Insumisa se consolida como fuerza política obteniendo
el 19,58% de los votos; es decir, 4.3% por debajo de Macron y 1.50% por
debajo de los votos obtenidos por Le Pen. Si medimos el avance alcanzado
por la agrupación Francia Insumisa, independientemente quedara fuera de
las primeras dos posiciones para competir en una segunda vuelta, la
verdadera ganadora del proceso, al menos estratégicamente hablando, es
Francia Insumisa.
Se indica que Francia Insumisa logró captar el
voto de alrededor del 30% de la juventud francesa. Se repite así
fenómenos como los ocurridos en el Estado Español con la agrupación
PODEMOS o lo ocurrido en Grecia con Syriza.
Nos indica Alberto
Railotta, en un artículo publicado en Alai-Amlatina titulado Elecciones
en Francia: El mismo guion con diferente actor principal, que Francia
Insumisa ¨fue introduciendo en el debate cuestiones fundamentales, desde
la necesidad de la convocatoria a una Asamblea Constituyente para
elaborar una nueva Constitución que ponga fin a la ´monarquía
presidencial´ de la Quinta República, pasando por la referencia de una
revolución económica y social para poder llevar a cabo un ambicioso plan
ecológico, para poder estructurar proyectos y ampliaciones de los
planes sociales, entre muchas otras propuestas debatidas casi
cotidianamente entre militantes y dirigentes del FI seguidas por miles
de militantes a través de Internet.¨
Marc Bassets por su parte,
en escrito publicado en la edición digital de El País de 24 de abril de
2017, ante la reacción habida de casi todas las agrupaciones políticas
contrarias al programa del Frente Nacional, con la excepción de Francia
Insumisa que postula la posición de tal determinación debe ser un asunto
a decidir por la base de la organización, indica que apoyarán a Macron
en la segunda vuelta para derrotar el triunfo de una extrema derecha. A
tales efectos señala que se están dando las condiciones para la
¨formación de un frente republicano—una amplia coalición de izquierdas,
centro y derecha—para evitar la victoria del Frente Nacional¨. Sin
embargo, también llama la atención al lector de que una cosa es ganar la
presidencia y otra obtener el control del parlamento. De hecho, indica a
tales efectos, en referencia a ambas agrupaciones, ¨En Marcha¨ y el
¨Frente Nacional¨, que ¨no está claro que sus partidos tengan la
suficiente tracción para conseguir los diputados necesarios para
gobernar en las elecciones legislativas del 11 y 18 de junio¨.
Indica Bassets que el ¨drama del FN en las elecciones recientes es que,
por mucho que sea el partido más votado en elecciones regionales o
municipales, en la segunda vuelta el resto de votante se une contra él y
lo elimina.¨ Destaca cómo no es la primera ocasión en que ello ocurre,
haciendo referencia a lo sucedido en las elecciones regionales de 2015,
donde el Frente Nacional obtuvo en ellas el 40% de los votos, ganando en
seis regiones, sin embargo, perdió y no gobierna en ninguna,
manteniendo sólo dos diputados en la Asamblea Nacional.
Otro
punto del debate nacional en Francia de cara a la segunda vuelta es la
propuesta que presenta el Frente Nacional de realizar una consulta
popular dirigida a que Francia abandone la Unión Europea y restablezca
su propia moneda nacional, lo que anticipa, al igual que ocurrió en el
Reino Unido de la Gran Bretaña, de llevar a cabo un denominado ¨Frexit¨
(similar a lo ocurrido con el ¨Brexit¨ británico), lo que ciertamente
rechaza Macron y En Marcha. Éstos últimos, denominados ¨europeístas¨,
rechazan cualquier noción de salida de Francia de la Unión Europea.
Las primeras encuestas realizadas por el instituto demoscópico Ipsos
ante el resultado de las pasadas elecciones y la realidad de Francia
moverse a una segunda vuelta, ante el apoyo recibido de aquellos
partidos que ya se han expresado a favor del partido de Macron y en
contra del Frente Nacional de Le Pen, es favorable al triunfo de En
Marcha con un 62% de los votos frente a un 32% del Frente Nacional.
Lo que no deja de ser cierto es que al igual que en otros lugares, las
fuerzas que impulsan el modelo neoliberal, las fuerzas denominadas como
neo nazis, las extremas derechas ultra nacionalistas y la ideología
fascista que acompaña a todas ellas ha tenido avances en Europa, y
Francia no es la excepción.
Thierry Meyssan, en la página
electrónica Red Voltairenet.org, bajo el título Los franceses hunden su
propio barco, indica el pasado 25 de abril pasado, en referencia a ambos
partidos, ¨En Marcha¨ y ¨Frente Nacional¨, que ¨la principal
característica de los partidos fascistas es…el apoyo unánime que reciben
de los poderes financieros.¨ Así también lo expresaba Jorge Dimitrov en
sus escritos durante la década de 1930 al decir que el fascismo era la
dictadura más cruel y terrorista de los sectores más chauvinistas del
capital financiero.
Sin embargo, Meyssan llama la atención al
hecho de que en el debate desarrollado en Francia en referencia a estas
organizaciones, cómo el mismo ha girado en torno a si al momento de su
creación, el Frente Nacional ¨reunía en su seno a los perdedores de la
Segunda Guerra Mundial y de la política socialista de colonización de
Argelia¨, concentrándose en la presencia en el momento fundacional del
Frente Nacional de ¨unos cuantos personajes que colaboraron con el
ocupante nazi¨, lo cual a juicio de Meyssan ¨les impide ver que el
Frente Nacional de hoy no tiene nada absolutamente que ver esos
individuos.¨ Señala que los opositores al Frente Nacional se empecinan
en ¨ver al entonces subteniente Jean Marie Le Pen,--el padre de Marine,
la hoy candidata a la presidencia—como responsable de los terribles
abusos que Francia cometió en Argelia mientras que exonera de su enorme
responsabilidad histórica a los dirigentes socialistas que trazaron la
política colonialista de Francia en aquel país del norte de África,
principalmente al terrible ministro francés del Interior de aquella
época, François Mitterand, quien años más tarde habría de convertirse en
presidente de Francia bajo la etiqueta del Partido Socialista.
Entre los personajes que también Meyssen menciona se encuentra un
ministro fascista de nombre Charles De Gaulle, que rechazó el armisticio
entre Francia y la Alemania nazi y que luego, junto a un personaje de
la izquierda, Jaques Moulin, se lanza a la formación del movimiento de
resistencia durante la ocupación nazi en Francia. También menciona a
Robert Schuman, colega de Charles De Gaulle, que fue quien firmó el
armisticio entre Francia y la Alemania nazi y luego, años más tarde, es
quien funda la Comunidad Económica Europea y la actual Unión Europea,
siguiendo el modelo nazi del ¨Nuevo Orden Europeo¨.
Ciertamente
la tendencia que estará prevaleciendo en Francia de cara a la segunda
vuelta será la unión de diversas fuerzas políticas francesas para la
derrota del Frente Nacional. Pero si algo debe quedar claro es que no
será tanto por sus características de derecha, sino por los intereses
que pretenden continuar impulsando en Francia un modelo neoliberal
dentro de la Unión Europea como lo visualiza Macron y no fuera de ella
como lo impulsa Le Pen. De hecho, nada impediría a la agrupación En
Marcha sumarse en un esfuerzo político conjunto con el Frente Nacional,
si dentro de la propuesta del Frente Nacional no estuviera presente la
opción del Frexit y el restablecimiento del franco como moneda
internacional.
En los años siguientes al resultado de la segunda
vuelta, estaremos presenciando el reto que represente el desarrollo y
fortalecimiento de Francia Insumisa como nuevo fiel de la balanza en la
política francesa. La política en Francia como en todo Europa está
cambiando con nuevos interlocutores políticos y con un nuevo
realineamiento de tendencias ideológicas. |
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